Aparece con vida agente de la Guardia Estatal y su familia en Nuevo Laredo
Tras cuatro días de incertidumbre, autoridades confirmaron que el oficial Juan José Coazozon y sus ocho familiares están sanos y salvos
Después de una intensa búsqueda y varios días de angustia, el agente de la Guardia Estatal Juan José Coazozon Beltrán y sus ocho familiares, incluidos niños pequeños, fueron encontrados con vida y sin daño alguno.
La noticia fue confirmada por la Vocería de Seguridad de Tamaulipas este lunes por la mañana, aliviando la tensión generada desde su desaparición el pasado 22 de mayo. El caso cobró relevancia nacional debido a la situación de violencia que persiste en la frontera tamaulipeca, particularmente en municipios como Nuevo Laredo y Camargo, donde el agente estaba comisionado.
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La familia fue vista por última vez tras asistir a una reunión familiar en Nuevo Laredo; desde ese momento, sus teléfonos dejaron de responder y no se supo más de ellos.
¿Cómo fue localizada la familia del agente desaparecido?
Aunque las autoridades no han revelado detalles sobre el lugar donde fueron hallados ni las condiciones de su desaparición, sí confirmaron que todos están sanos. La Vocería de Seguridad de Tamaulipas, encabezada por Willy Zúñiga, indicó en redes sociales que la localización fue producto de una operación conjunta entre fuerzas estatales y federales.
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La desaparición del agente y su familia activó de inmediato una alerta urgente por parte de la Comisión Estatal de Búsqueda, generando una movilización rápida y coordinada. La sensibilidad del caso se incrementó por tratarse de un servidor público vinculado directamente con tareas de seguridad en una zona de alta incidencia delictiva.
¿Qué dice el contexto de desapariciones en Tamaulipas?
Según el Censo Nacional de Seguridad Pública Estatal del INEGI (2023), Tamaulipas encabeza la lista de personal de seguridad desaparecido, con cuatro casos registrados oficialmente. Además, el estado acumula más de 13,400 personas no localizadas, principalmente en zonas como Reynosa, Matamoros, San Fernando y Ciudad Victoria.
La desaparición de un elemento activo de la Guardia Estatal reavivó la preocupación sobre los riesgos que enfrentan tanto los cuerpos de seguridad como sus familias. Por ello, el caso también refleja la fragilidad institucional frente a una crisis de violencia persistente en la región fronteriza.
¿Qué sigue para el caso y para las autoridades?
A pesar del alivio generado por su localización con vida, aún quedan muchas preguntas sin responder. ¿Qué les ocurrió durante esos días? ¿Estuvieron retenidos? ¿Hay responsables identificados? Hasta ahora, la información se ha manejado con hermetismo, lo cual es común en casos delicados.
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Lo que sí está claro es que este suceso vuelve a poner en el centro del debate la seguridad de quienes patrullan Tamaulipas. La ciudadanía espera no solo más respuestas, sino medidas efectivas para proteger tanto a los elementos de seguridad como a la población en general.
Por ahora, la familia del agente Coazozon ha regresado con bien. Pero el miedo, la incertidumbre y la fragilidad de la frontera siguen ahí, exigiendo atención urgente y acciones coordinadas.
