Jarana en el centro de Mérida: clases gratis este lunes 1 de septiembre en San Sebastián
Aprende jarana yucateca gratis en el atrio de San Sebastián, Mérida. Clases para toda la familia este 1 de septiembre

Este lunes 1 de septiembre, el atrio de la iglesia de San Sebastián será el escenario para las clases gratuitas de jarana, en el corazón del Centro de Mérida.
El evento está siendo organizado por el Centro Estatal de Prevención del Delito y Participación Ciudadana y la Sedeculta, y la cita será de 5:00 a 7:00 p.m.
La invitación está abierta para toda la familia y no necesitas experiencia, solo ganas de bailar.

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¿Por qué se están realizando clases de jarana gratis en la iglesia de San Sebastián?
El programa gratuito está siendo promovido con la intención de fortalecer el tejido social, promoviendo la participación de los ciudadanos, así como preservando las raíces locales.
El encargado de las clases será el maestro Luis Armando Burgos Domínguez, y se realizarán los lunes, miércoles y viernes.
La invitación está abierta para niñas, niños, jóvenes y personas adultas, quienes podrán aprender y disfrutar de este baile tradicional yucateco.
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¿Por qué en el atrio de la iglesia de San Sebastián darán clases de jarana?
La elección del lugar se puede deber a que es un punto céntrico, fácil de ubicar en el primer cuadro de la ciudad; además, la zona se conoce por ser escenario de eventos culturales.

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¿Cuándo inician las clases gratis de jarana en el Centro de Mérida?
De acuerdo con la publicación del Cepredey, las clases comenzaron este viernes 29 de agosto, abiertas para todo el público, pero también se pueden unir a las programadas para este lunes 1 de septiembre.
La jarana yucateca, nacida del encuentro entre la tradición española y la herencia maya, se ha consolidado como un emblema de las vaquerías y de la identidad cultural del estado. Más allá de ser un baile típico, representa la preservación del patrimonio inmaterial y, al mismo tiempo, promueve valores como la creatividad, la sana convivencia y el bienestar emocional. Su práctica, además, se reconoce como una herramienta que fortalece el tejido social y ayuda a prevenir conductas de riesgo en la comunidad.