Paro laboral de maestros en Mérida beneficia a comerciantes ambulantes

Aunque el paro laboral de maestros en Mérida ha representado una jornada de lucha, también ha generado una inesperada dinámica económica en el corazón de la ciudad: los comerciantes ambulantes han visto un repunte en sus ventas gracias a las concentraciones magisteriales en la Plaza Grande.

El calor extremo, que ha superado los 40 grados centígrados en los últimos días, ha sido protagonista de las protestas. Mientras los docentes permanecen bajo toldos o sombrillas, exigiendo mejoras laborales y condiciones dignas, buscan también mitigar el bochorno, consumiendo agua embotellada, helados, paletas, bolis, granizados y demás productos refrescantes.

Para los vendedores ambulantes, este movimiento representa una oportunidad para obtener mayores ingresos en un entorno cada vez más desafiante.

¿Cómo están aprovechando los vendedores ambulantes las protestas magisteriales?

Desde muy temprano, los comerciantes se colocan en las inmediaciones del Centro Histórico, especialmente en los alrededores del Palacio de Gobierno y la Catedral. Con carritos adaptados para soportar el calor y mantener fríos sus productos, aprovechan la gran afluencia de maestros que permanecen durante horas bajo el sol.

Si se vende algo, si compran los maestros, pero como hay muchos vendedores también eso disminuye la venta. Yo lo que más vendo son bolis, la paleta casi no, pero el boli sí por el calor.

Armando Díaz - Vendedor de helados en el centro de Mérida

La escena se repite con otros vendedores: desde los que venden nieves, hasta quienes venden refrescos y dulces típicos. Todos coinciden en que, si bien no celebran los motivos del paro, sí reconocen que estas concentraciones representan un alivio económico temporal.

¿Qué opinan los maestros sobre esta actividad comercial paralela?

Para muchos de los docentes, la presencia de estos comerciantes no solo es bienvenida, sino necesaria para resistir a las altas temperaturas que se han registrado esta semana.

Cada maestro toma sus precauciones, estamos bajo el toldo, los profesores no están en sus casas, sino que están resguardados en la sombra y cada quien trae sus sueros o su agua y también llegan donaciones de hielo y agua.

Rafael León Pérez - Maestro

Además, aseguran que compran por solidaridad, sabiendo que tanto ellos como los ambulantes enfrentan condiciones precarias.

Hemos estado buscando hielos, pero no hemos encontrado o a lo mejor no nos quieren vender o realmente si hay desabasto, pero como sea intentamos sobrellevar el calor.

Freddy Estrella - Maestro

¿Qué impacto económico deja esta coyuntura en el comercio informal?

Aunque las manifestaciones son temporales, el impacto económico para algunos sectores puede ser significativo. En un contexto donde las ventas informales han disminuido por diversos factores como la inflación, la competencia digital y la vigilancia municipal, jornadas como esta representan un “respiro”.

Pero no solo el comercio informal ha tenido días buenos, sino también los comercios que se encuentran a los alrededores de la Plaza Grande, desde restaurantes, cafeterías y tiendas de conveniencia. 

Mientras los maestros continúan su lucha por condiciones laborales más justas, en las calles del centro de Mérida se teje una historia paralela: la de quienes, en medio del calor y la incertidumbre, logran sacar un poco de provecho de una coyuntura social que pone a prueba a todos los sectores.