¿Por qué el jade era más valioso que el oro para los mayas?
El jade era de suma importancia para la civilización maya, era tal su valor que podía ganarle al oro

En la civilización maya, el jade fue considerado mucho más valioso que el oro. Esta piedra verde no solo tenía un valor estético, sino también un profundo significado espiritual y social dentro de la cosmovisión de esta cultura mesoamericana.
Mientras que el oro podía moldearse con facilidad para hacer joyas y otros adornos, el jade representaba algo más profundo como la eternidad, la vida y el poder, convirtiéndose en el verdadero símbolo de riqueza y prestigio en Mesoamérica.

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¿Qué significaba el jade para los mayas?
Para los mayas, sus tonos verdes, especialmente los más brillantes, simbolizaban la conexión con la naturaleza y la vida misma, haciendo que estas piedras preciosas tengan una gran carga espiritual.
Solo los emperadores y nobles podían portar jade de tonalidad intensa, lo que lo convertía en un marcador de estatus y poder político. Incluso la palabra maya “yax” significa “el primero” o “verde resplandeciente”, reafirmando su importancia cultural.
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¿De dónde obtenían los mayas el jade?
El jade en Mesoamérica provenía principalmente de los yacimientos del valle del Motagua en Guatemala, una de las pocas fuentes geológicas conocidas. Su escasez y la dificultad para trabajar la piedra aumentaban aún más su valor.
Este bien precioso llego hasta la región de Yucatán a través de redes comerciales, esta materia prima arribaba hasta distintos centros mayas, donde se elaboraban cuentas, orejeras, placas y figuras rituales.
Hallazgos arqueológicos en sitios como Tikal, Copán, Calakmul y Cancuén han revelado talleres de talla y miles de piezas en proceso, lo que demuestra la importancia de esta industria en el mundo maya.

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¿Por qué era más importante que el oro?
La importancia del jade sobre el oro residía en sus características, pues resistía cualquier intento de cambio a diferencia del oro, simbolizando lo incorruptible y eterno.
Para un príncipe maya, regalar jade era un acto de amor y compromiso eterno, comparable con la modernidad del lema “los diamantes son para siempre”. Así, mientras el oro se asociaba con la apariencia, el jade representaba lo sagrado, lo duradero y lo más valioso para la sociedad maya.