Este árbol nativo del desierto de Baja California Sur solo crece donde hay agua
La palma de abanico es un árbol nativo del desierto sudcaliforniano que solo crece en lugares donde hay agua subterránea.
En el desierto de Baja California Sur, donde casi todo es tierra seca, matorrales y poca vegetación, hay un árbol que llama la atención por ser alto y distinto.
Pero este árbol no crece en cualquier parte, solo aparece en los lugares donde hay agua, como en los oasis o cerca de manantiales. Aunque está rodeado de desierto, necesita humedad en el suelo para poder vivir.
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Video | palma de abanico de Baja California
¿Cuál el árbol nativo del desierto de Baja California Sur?
Aunque está rodeado de desierto, su presencia no es común en cualquier parte. Su existencia depende de una condición esencial y es la presencia constante de agua.
Por eso, verlo crecer en ciertos puntos del estado es señal de que hay fuentes subterráneas o corrientes permanentes cerca.
Se trata de la palma de abanico de Baja California, conocida científicamente como Washingtonia robusta. Es una especie nativa del noroeste de México, particularmente de Baja California Sur, donde crece de forma silvestre en cañadas, oasis y barrancas.
Estos lugares, aunque ubicados dentro de zonas desérticas, cuentan con humedad suficiente en el subsuelo para permitir su desarrollo.
Esta palma no se distribuye de manera uniforme en el territorio, solo aparece donde existen manantiales o corrientes de agua permanente. En otras regiones del país o del mundo se puede ver plantada con fines ornamentales, pero no de manera natural.
Foto: Palmeras Elche
¿Por qué este árbol nativo del desierto de Baja California Sur solo crece en agua?
Este árbol puede alcanzar entre 25 y 35 metros de altura. Tiene un tronco delgado, recto y de color rojizo o grisáceo, y una copa formada por hojas grandes en forma de abanico, de un verde brillante.
Las hojas secas a veces cuelgan del tronco formando una especie de falda. Produce flores en racimos de hasta 3 metros en verano y frutos oscuros y redondos en invierno, comestibles aunque con poca pulpa.
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Aunque soporta el calor extremo y la sequía superficial, esta palma necesita acceso constante a agua profunda, algo que solo se encuentra en oasis o zonas con filtraciones naturales.
Por eso, su presencia indica que en ese lugar hay agua subterránea o un microclima más húmedo que el entorno desértico.
¿Qué papel tiene en el ecosistema del desierto de Baja California Sur?
La Washingtonia robusta es fundamental en los oasis de Baja California Sur, como los de Mulegé, San Ignacio, Santiago o Comondú.
Proporciona refugio y alimento para aves, insectos y murciélagos, y se asocia con otras especies como álamos y sauces, formando paisajes ribereños únicos en medio del desierto.
Estos espacios son considerados ecosistemas aislados, donde esta palma actúa como indicador natural de agua y biodiversidad.
¿Qué usos se le ha dado tradicionalmente palma de abanico?
Además de su valor ecológico, la palma ha sido usada por comunidades locales para fabricar tejidos, techos rústicos y sombra.
Su imagen está estrechamente ligada a los asentamientos históricos de la región, como los que crecieron alrededor de misiones, y su silueta es una de las más fotografiadas por visitantes en zonas como San Ignacio o Mulegé.
Foto: Palmeras Elche
¿Cuál es la diferencia entre la palma de abanico y otras similares?
La palma de abanico de Baja California a veces se confunde con otras palmas parecidas, como la Washingtonia filifera, pero hay varias diferencias.
La W. robusta tiene un tronco más delgado, hojas más juntas y un color verde más brillante. Además, crece más rápido, aunque no aguanta tanto el frío como otras especies.
Esta palma no crece en cualquier lugar, solo en zonas donde hay agua todo el año, como los oasis. Por eso, su presencia es muy importante para mantener esos lugares vivos.
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Aunque se planta en jardines y calles como adorno, los ejemplares que crecen solos en la naturaleza son parte del paisaje original del desierto sudcaliforniano.
Cuidar los lugares donde viven estas palmas también ayuda a proteger los ecosistemas únicos que dependen de ellas. Al igual que otros árboles grandes que pueden vivir cientos de años, esta palma es exclusiva de la península de Baja California.
