Este animal nativo de Nuevo León se esconde bajo piedras en los bosques de la sierra
Este animal nativo de Nuevo León es clave para el ecosistema y vive entre rocas en zonas áridas y boscosas.

En las zonas áridas y boscosas de Nuevo León habita un pequeño reptil que, aunque pasa desapercibido, cumple una función esencial en el equilibrio natural del ecosistema, la lagartija sorda menor.
Esta especie nativa se caracteriza por su capacidad de camuflaje, su rapidez y su distintiva ausencia de oído externo visible.
La lagartija sorda menor prefiere esconderse bajo piedras en terrenos secos y rocosos, en regiones como la Sierra Madre Oriental. Su comportamiento evasivo y su adaptabilidad al entorno la convierten en un excelente ejemplo de cómo la fauna local ha evolucionado para sobrevivir en condiciones extremas.
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¿Cómo es la lagartija sorda menor y dónde se encuentra?
Este reptil presenta una coloración variable con tonos grises o marrones, lo que le permite mimetizarse con su entorno rocoso. Se puede encontrar en matorrales, pastizales secos y zonas semiáridas, especialmente en el norte de México y el suroeste de Estados Unidos.
En Nuevo León, es común en hábitats como el Parque Nacional Cumbres o zonas áridas del sur del estado. Aunque suele pasar desapercibida, es posible observarla si se camina con atención por áreas con vegetación baja y muchas piedras.
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¿Qué papel tiene en el ecosistema para el estado?
La lagartija sorda menor es un depredador natural de insectos y otros pequeños invertebrados, lo cual ayuda a mantener en equilibrio las poblaciones de estos organismos. A su vez, forma parte de la cadena alimenticia como presa para aves, serpientes y mamíferos.
Al ocupar un nicho ecológico clave, su presencia refleja la buena salud del ecosistema. Su actividad diurna también contribuye a la dinámica energética de los entornos semiáridos donde habita.
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¿Cómo interactuar con esta especie sin afectarla?
Si llegas a observar una lagartija sorda menor en su hábitat, lo ideal es no acercarte demasiado. Es una especie nerviosa que huye fácilmente ante amenazas. No representa peligro para los humanos, y su manipulación está desaconsejada.
En caso de encontrar un ejemplar herido, se recomienda contactar a las autoridades ambientales o a un centro de rescate de fauna silvestre. El respeto a su espacio y la conciencia sobre su valor ecológico son fundamentales para su conservación.