Ecocidio en San Felipe, Yucatán: clausuran obra promovida por el Alcalde
Este hecho se suma a otras denuncias de daño ambiental registradas en los últimos años en la región peninsular
La jornada del jueves pasado se registró una amplia movilización de las autoridades en el puerto de San Felipe, Yucatán, por un presunto ecocidio cometido por el alcalde Felipe Díaz Marrufo, debido a que se pretendía construir un coso taurino en una zona de manglar considerada de alta relevancia ecológica.
¿Qué es lo que señala el reporte de las autoridades?
Reportes señalan que desde la mañana elementos de la Guardia Nacional, policía estatal y personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) cercaron el área donde se construía dicho coso taurino, señalando que la obra no tenía los permisos federales correspondientes.
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De igual forma, los elementos de la Profepa procedieron a realizar las investigaciones pertinentes para confirmar el daño por el cual se realizó el operativo.
¿A quién señalan como responsable de este ecocidio?
Notas periodísticas señalan como responsable de dicho daño ambiental al alcalde de San Felipe, Felipe Díaz Marrufo, conocido como “Catarino”, debido a que este estaría involucrado en la devastación de manglar, al haber autorizado construcciones irregulares en predios donde se ha detectado el relleno y eliminación de vegetación protegida.
El funcionario había anunciado públicamente el proyecto como una obra de gran importancia para el puerto; sin embargo, la iniciativa generó críticas entre los habitantes por el impacto ambiental y la falta de permisos.
Además, trascendió que el edil de San Felipe aseguró que su homólogo de Tizimín, Adrián Quiroz Osorio, aportó material para la construcción. La versión fue desmentida por el propio Quiroz Osorio, quien emitió un comunicado deslindándose completamente del proyecto.
¿Cuáles han sido otros casos de daño ambiental en Yucatán?
En los últimos años, Yucatán ha enfrentado graves problemas ambientales relacionados con ecocidios, entendidos como la destrucción masiva y deliberada del medio ambiente.
En 2024 y 2025, se denunció la devastación de más de 10 kilómetros de selva virgen en la Reserva Biocultural del Puuc, específicamente en el Rancho Uxmal.
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La Profepa, con apoyo de la Guardia Nacional, clausuró la zona afectada para impedir nuevas intervenciones. Se documentó la destrucción de hábitats de especies protegidas como jaguares y tucanes, así como vestigios arqueológicos mayas.
En Sisal, se han reportado rellenos ilegales y destrucción de manglares, afectando una reserva natural y generando denuncias de ecocidio y complicidad de autoridades locales. Pescadores y vecinos han exigido la intervención federal para frenar estas actividades ilegales que amenazan la biodiversidad y el equilibrio ecológico.
¿Cuál es el caso más reciente?
El caso más reciente fue registrado en Tekax, donde se documentó la tala y quema de aproximadamente 600 hectáreas de selva maya atribuida a actividades de colonos menonitas.
Además, una empresa inmobiliaria fue denunciada por destruir ilegalmente dunas costeras y manglares en la zona que va de Dzilam de Bravo al Puerto de Santa Clara, afectando más de 11,000 metros cuadrados de vegetación natural sin permisos ambientales.
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